Los asesinos en serie nos han fascinado desde los tiempos bíblicos, pero a principios de siglo la locura y la carnicería del asesino en serie postindustrial no se parecía a ninguna otra. En esta exposición fascinante, pero horrible, exploramos los diez primeros, incluido el caníbal Mark Jefferies que asesinó y se comió a sus colegas; así como Andreas Bichel, el adivino bien hablado que leería la fortuna de sus víctimas antes de empujar el cuchillo. Visitamos el extraño caso de Romansanta, el hombre que muchos creían que era un hombre lobo, cuyos horripilantes cadáveres fueron encontrados esparcidos por un pequeño pueblo español. Y luego está Anna Maria Zwanziger, la asesina en serie bávara que envenenó a sus empleadores con arsénico y luego los cuidó hasta que recuperaron la salud para ganarse su favor. Edward H. Rulloff, el hombre que podía hablar veintiocho idiomas y también envenenó a su esposa e hijos hasta la muerte; así como la prostituta inglesa Sarah Freeman, a quien le encantaba matar a los miembros de su propia familia. Y por último, pero no menos importante, el hombre que ...