El 30 de abril de 2010, seis concursantes de reality shows pasaron siete noches en un asilo abandonado y embrujado. El programa nunca se emitió, pero un editor de la cadena pudo juntar algunas imágenes. El premio por quedarse las siete noches fue una parte de un millón de dólares que se dividiría entre los concursantes que no se fueran. Ningún premio monetario fue ofrecido.