El joven Owen recuerda cómo, en Navidad de 1983 cuando tenía diez años, su obsesivamente ordenada madre y su padre tacaño recibieron a sus dos tíos paternos, el locuaz rey de las alfombras Huw, atacando perpetuamente a su ex esposa y con su silencioso hijo Maurice a cuestas, y el desaliñado Gorwel.
Huw trae una serie de juegos de computadora, ninguno de los cuales funciona, mientras que Mamá pisa el set de Subbuteo. Tres años después, los molestos vecinos, los chicos Cadwallander, siguen cobrando una fortuna por cantar villancicos, y Huw sigue amargado por su ex esposa, pero su regalo de un árbol de Navidad artificial hace que Mamá tire su árbol real.
Los tíos pelean por un juego de Hungry Hippos y el árbol de Huw se incendia, lo que provoca el regreso del árbol real. Para 1989, la familia tiene un teléfono y un televisor a color. Huw presume que instaló la nueva alfombra de Tom Jones y los chicos Cadwallander tienen un CD, pero Gorwel se mete en una pelea al intentar echarlos. Al menos gana su apuesta de que será una Navidad blanca, aunque el trineo resulta ser un desastre, hiriendo a Mamá, por lo que los hombres preparan la cena.
Maurice se enfrenta a su padre y Mamá tiene una confesión que hacerle a Gorwel sobre los regalos que siempre le trae.
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A Child's Christmases in Wales
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