Después de 13 años de prisión en Hong Kong, Mong Fu regresa a Tailandia para descubrir que su novia había muerto y le había dejado una hija, Ploy. Con la ayuda de la hermana Mioko, una cuidadora de huérfanos, Fu y Ploy comienzan el largo y difícil camino para conocerse. Sin embargo, un promotor de boxeo tailandés dice la verdad sobre por qué Fu fue a prisión. Resulta que Fu, quien es un ex boxeador de kickboxing, mató a un campeón de kickboxing fuera del ring. En un intento por recuperar el honor, Fu desafía al actual campeón en una pelea. Mientras tanto, comienza una relación entre Fu y la hermana Mioko.