Después de que Louie explora las contradicciones de la historia y la vida gay moderna a través de Sam, un hombre desesperado por comprender cómo él y su comunidad llegaron a donde están hoy. Como activista del sida y miembro de ACT UP en los años 80 y 90, Sam fue testigo de la muerte de demasiados amigos y amantes. Herido de batalla y luchando con la culpa del sobreviviente, Sam ahora se resiente por la complacencia de sus antiguos camaradas y se burla de lo que considera la indiferencia de la generación más joven hacia la política del sexo y la muerte. Una intimidad inesperada con un hombre mucho más joven desafía la comprensión de Sam de la vida gay contemporánea. A través de este romance poco convencional, se ve obligado a lidiar con el trauma que tanto informa su pasado, su presente y un futuro desconocido.