Rannveig está experimentando agotamiento en todos los aspectos de su mundana vida suburbana. Está atrapada en un trabajo que odia y un matrimonio que está muriendo lentamente. Además de eso, ella está constantemente luchando con su rebelde hija, Agnes, y no puede enfrentar la posibilidad de que Agnes crezca y la deje atrás. Cuando un nuevo vecino, Hreinn, aparece en la puerta de su casa, Rannveig y su familia enfrentan nuevos desafíos que están fuera de su control.