Mitani Tokino tiene una tienda de relojes, pero ese no es su único negocio. También usa su mercancía y destreza mental para descifrar coartadas. Un policía local no está teniendo mucha suerte en la vida ni en el caso en el que está trabajando. No le gusta creer en la ayuda de un aficionado o la participación de forasteros, pero atascado y sin ningún lugar adonde ir, cede y le pide ayuda al comerciante. Sin embargo, Tokino cobra un precio por sus servicios. Ella también necesita ganar dinero.