Cuando las desprevenidas mujeres jóvenes, Erika y Amy, se suben a su automóvil, un depredador sádico de negro equipado con una máscara de gas las deja inconscientes y las secuestra. A partir de este momento, una interminable pesadilla de indescriptible tormento espera a las víctimas indefensas, que están drogadas y encadenadas por la garganta a mesas de madera, a través de una amplia variedad de instrumentos afilados y herramientas domésticas comunes. Siempre comenzando de izquierda a derecha, comienza la matanza, mientras un trío salvaje de verdugos insensibles filman el abominable acto de sacrificio con su cámara Super-8. ¿Es la muerte el único medio de salvación?