Strahinya y su esposa, Ababuo, ambos de 28 años, abandonaron Ghana al comienzo de la crisis migratoria. Consiguieron llegar a Alemania, pero fueron deportados a Belgrado. Serbia puede no ser Alemania, pero Strahinya hace todo lo posible para comenzar una nueva vida. Trabaja arduamente para obtener asilo, se prueba como jugador de fútbol para un club local y trabaja como voluntario para la Cruz Roja. El proceso, sin embargo, es largo y Ababuo, una mujer apasionada que aspira a convertirse en actriz en Londres, se siente insatisfecha en su vida. Una noche, llega un nuevo grupo de refugiados sirios que se dirigían a Europa Occidental. Uno de ellos es Ali, un carismático activista de izquierda. Ababuo se burla de él, pero, al día siguiente, Strahinya descubre que Ababuo se ha ido. Strahinya emprende la ruta de los inmigrantes de los Balcanes por razones completamente diferentes a las de cualquier otra persona: por amor.