Lamb of God, cuya base de fans sigue creciendo a diario, dándoles el segundo álbum en el país detrás de Taylor Swift, se propuso hacer una película sobre cómo su género musical se ha vuelto global. A mitad de la filmación, el cantante principal Randy Blythe fue arrestado y acusado de homicidio en la República Checa. Esto hizo que el proyecto, que originalmente estaba destinado a los fanáticos, cambiara drásticamente de pista, convirtiéndolo en un thriller legal al borde de su asiento.