En 1989, los Rolling Stones emprenden su gira "Steel Wheels": Jagger, Richards, Watts, Wood y Wyman, respaldados por tres cantantes, un saxo, cuatro cuernos y dos teclados. En Turín, Berlín y Londres, actúan en un escenario gigantesco frente a las masas. La puesta en escena incluye enormes figuras de mujeres llenas de aire y de un lobo; hay fuegos artificiales y un espectáculo de luces. En el escenario, los músicos a veces están a metros de distancia, con Jagger corriendo arriba y abajo por amplias escaleras que se proyectan como alas a la izquierda y a la derecha del escenario. Mientras tanto, la música fluye, dieciséis canciones en total, desde "Satisfaction" y "Sympathy for the Devil" hasta "Start Me Up" y "Rock and a Hard Place".