Sammy organiza una salvaje despedida de soltero para su mejor amigo Chuck en un bungalow en los Hamptons. Las cosas salen horriblemente mal cuando los tres bailarines exóticos contratados para proporcionar entretenimiento para dicha fiesta resultan ser feroces vampiros súcubos demoníacos con un gusto insaciable por la carne masculina.