En una mañana lluviosa de octubre, 15 daneses tienen sus vidas patas arriba cuando el tren de metro en el que viajan es secuestrado por perpetradores desconocidos que amenazan con matarlos, uno por uno, si no se cumplen sus demandas.
Este es el comienzo de una histórica situación de rehenes que, a lo largo de una semana frenética, cambia para siempre a Dinamarca.
Los políticos discuten si negociar o no con terroristas. En la prensa, hay debates sobre dónde se traza la línea al retratar a los cautivos y buscar a sus familias.
Los daneses comunes piensan que fácilmente podrían haber sido ellos. Entre los rehenes, los pensamientos varían entre la rebelión, la negociación y la apatía, pero un pensamiento es compartido por todos: "¿Voy a morir ahora?"