Durante varios años, seguimos a tres hogares y sus emociones en un barrio de La Habana. Magalis es enfermera, rara vez feliz. Un hombre mayor, Ignacio, le profesa su amor; su padre y su hermano se pelean por la orientación sexual de su hermano; piensa en salir de Cuba. María, la esposa de Santo, está esperando su primer hijo. La tragedia golpea y el Santo se va, ahogando las penas en el alcohol y el crimen mientras su hijo crece al cuidado de una tía que se pregunta dónde está papá. Vivian y Chino están enamorados, apasionados, pero sin hijos. Las presiones de una sociedad que exige nietos tensan su relación. Ella prueba la oración. Los padres abrazan a sus hijos.