Después de perder a su hijo en un horrible accidente, la vida idílica de Aaron y Genna se pone patas arriba. Comienzan a cuestionarse cómo un Dios amoroso podría arrebatarles a su pequeño. Desesperados por buscar venganza contra Dios, comienzan a quebrantar cada uno de los diez mandamientos. Pero su deseo de venganza será agridulce.