La historia no contada sobre conejos salvajes que vivieron entre los muros de Berlín. Durante 28 años, la Zona de la Muerte fue su hogar más seguro. Lleno de hierba, sin depredadores, con guardias protegiéndolos de las perturbaciones humanas. Estaban cerrados pero felices. Cuando su población creció hasta miles, los guardias comenzaron a removerlos. Pero los conejos sobrevivieron y se quedaron allí. Desafortunadamente, un día el muro cayó. Los conejos tuvieron que abandonar su sistema cómodo. Se mudaron a Berlín Occidental y han estado viviendo allí en algunas colonias desde entonces. Todavía están aprendiendo cómo vivir en el mundo libre, al igual que nosotros, los ciudadanos de Europa del Este.
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Berlín, los conejos del muro
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