El video musical de la canción es parte de una película de una hora con el mismo título que su álbum principal, originalmente transmitido por HBO. Presenta escenas de una Beyoncé llorosa junto con Jay Z, quien se ve abrazándola y acostado junto a ella. Gerrick D. Kennedy de Los Angeles Times lo calificó como "la muestra más íntima para la pareja más intensamente privada del pop".