Pobre Annie, cada vez que se duerme, sus sueños son perseguidos por visiones de un hombre sin rostro que comete crímenes atroces. Al igual que un niño que le teme a la oscuridad, el Hombre del Saco le ha hecho temer cerrar los ojos. Annie pronto se da cuenta de que sus horribles sueños son predicciones. Si puede aprovechar este poder aterrador, tal vez pueda prevenir la masacre sangrienta que presagia y localizar al Hombre del Saco antes de que su número de muertos aumente aún más. Sus acciones son muy valientes, pero ¿Annie y sus amigas son las cazadoras ... o las cazadas?