El sueño era crear un taller para enseñar a los niños sobre la cultura b-boy, break dance y Hip Hop en el norte de Uganda, considerado uno de los lugares más peligrosos para ser niño. En el sur, los niños enfrentan la amenaza de la pobreza y las enfermedades. En el norte, una guerra brutal y sin sentido, que divide a las familias y desplaza a millones, el miedo al secuestro y la mutilación siempre acecha. Esta película sigue el intento de un hombre de crear una vida mejor para los niños de Uganda utilizando la improbable herramienta de la cultura hip-hop con un enfoque en el break dance. En 2006, Abrahmz Tekya, un huérfano de SIDA, creó Break-dance Project Uganda, o B.P.U., enseña tres veces a la semana a más de 300 niños de todas partes de la ciudad de Kampala. Muchos no tienen hogar y pocos pueden pagar una educación adecuada, sin embargo, caminan millas para asistir a las clases.