Es una película de texturas múltiples con el atractivo visual de un documental de naturaleza antropológica de la vieja escuela, ambientado en el jardín masculino del Edén. Un paraíso perdido de la Amazonía brasileña. El sexo, el deseo y la persecución son instintos animales primitivos universales. Esta película retrata un territorio libre de tabúes, donde todo tipo de tribus y una tipología diversa de hombres se comunican a través del lenguaje universal del cruising. Es juguetonamente animal pero también muy humano, una actuación de crucero con sexo explícito.