Camille tenía solo dieciséis años y todavía estaba en la escuela secundaria cuando se enamoró de Eric, otro estudiante. Más tarde se casaron y tuvieron un hijo y fueron felices por un tiempo. Pero ahora han pasado veinticinco años y Eric la deja por una mujer más joven. Camille, amargada y desesperada, bebe tanto licor en una fiesta de Nochevieja que cae en un coma etílico y se encuentra ... ¡impulsada hacia su propio pasado! Camille vuelve a tener dieciséis años cuando se despierta esta mañana, sus padres ya no están muertos y debe ir a la escuela, donde se encontrará con sus compañeros y, por supuesto, con Eric. ¿Se va a enamorar de él de nuevo y ... se sentirá miserable veinticinco años después? ¿O lo evitará con el resultado de que nunca tendrá a su amada hija? ¿Quién dijo que viajar en el tiempo era divertido?