Gordon McLeod es el director de un equipo de fútbol escocés de segundo nivel. Ante la presión de su dueño estadounidense, se ve obligado a contratar a un jugador estrella para mejorar la suerte del equipo y evitar que lo trasladen de la ciudad ferozmente leal que ha sido durante un siglo. En el camino, McLeod debe luchar contra sus propios demonios, incluidas las peleas de larga data tanto con su hija como con un ex colega que lo traicionó.