Después de la muerte de su madre, Sarah Goodall lucha por darle sentido a su vida, su propósito y su fe. Después de haber pasado la mayor parte de su adolescencia posicionándose para encontrar una cura para la enfermedad de su madre, lucha con sentimientos de culpa y fracaso que la hacen caer en una espiral descendente. Su relación cada vez más intensa con un misterioso chico malo solo parece aumentar la confusión. Una vez que una estudiante de honor, Sarah comienza a reprobar sus clases, poniendo en peligro su beca y su futuro. Cuando un estudiante de transferencia estadounidense llega a la escena, se interesa por Sarah y la ayuda a encontrar lo que se considera perdido.