La esbelta premisa surge de las acciones de dos niños apáticos de 11 años, el frío y manipulador Leo y su amigo más débil e impresionable, Mike. Desdeñosos de la fuerza policial falible (Mike ya ha robado una gorra de policía de la escena de un accidente), los chicos organizan una pelea con cuchillos en escena fuera de un estadio de fútbol con la ayuda de una bolsa de sangre escénica y una espada real.