Chris Claremont llegó a Marvel cuando era joven y se le asignó un libro que nadie más quería, un libro al borde de la cancelación: X-Men. Durante los siguientes 17 años, su trabajo en el título lo convirtió en la franquicia más grande en la historia del cómic. Cuarenta años después, su trabajo se ha adaptado a 10 películas, tres series de televisión, innumerables videojuegos y se ha convertido en parte de nuestra mitología cultural.