Izzy es una niña enérgica de 9 años. Sus padres no pueden recogerla a tiempo el último día de clases antes de las vacaciones de Navidad, con horarios excesivos y con retraso. Una ventisca complica el asunto, pero no tanto como un par de malos que se congelan en un camión de helados. El conserje de la escuela es secuestrado por ellos, y depende de Izzy salvar el día.