Un niño pobre que vive en la calle quiere comer pastel; su padre usa la imaginación. Una niña quiere comprar una muñeca con moneda alternativa. Un joven le da a un guardia de seguridad algunas lecciones de cacheo. Un joven chef se esfuerza por conseguir una receta para un pudín de chocolate. Un baba paanwala está a punto de romper su voto de silencio de veinte años. Los cinco momentos de su inocencia infantil se ramifican en una gama más intrincada de un paisaje urbano, culminando en un clímax donde las historias ya no existen como hilos singulares en su propio vacío, sino que se cruzan y juegan entre sí para formar el tejido cósmico mismo.