Al crecer, Kelly Pavlik siempre pensó que seguiría el camino de su familia y se convertiría en una ranchera de Montana. En cambio, descubrió las novelas y, con un título de Maestría en mano, ahora es Profesora Asistente de Literatura Inglesa en Montana State y ha sido invitada a dar conferencias en Oxford una vez que obtenga su doctorado.
Esto ha creado una ligera brecha entre ella y su padre viudo, Hank Pavlik, quien siente que ya no está conectado con ella en su nuevo camino de vida. En parte debido a sus malas decisiones y en parte debido a sus expectativas algo irreales, Kelly ha tenido poco éxito en el departamento del romance, deseando ser conquistada por un apuesto joven al estilo de sus novelas favoritas de Jane Austen.
Les informa un abogado llamado Grimsby que Hank heredará la finca de un pariente que nunca conoció del principado centroeuropeo de Merania. No es hasta que Hank y Kelly llegan a Merania para que Hank firme los documentos necesarios que Hank descubre que parte de esa herencia es un título: Rey.
Verdaderamente sin desear nada de lo anterior y solo queriendo regresar a su rancho en Montana, Hank se encuentra en un dilema cuando le informan que sin un gobernante masculino (qué pasaría si abdica), Meravia perdería su independencia al ser anexada por la vecina Angosia según lo establecido en sus respectivas constituciones.
En el proceso de tratar de convencer a Hank de quedarse y ser Rey hasta que se pueda llegar a una solución para el bien de todos los meravianos, incluido él mismo, Kelly conoce a Nik, el Rey de Angosia. Al haber una atracción mutua entre los dos, Kelly cree que puede haber encontrado a su "Sr. Darcy" en la forma de Nik, quien le pide que se case con él.
Lo que Kelly puede no ver de inmediato al tener ese tipo de hombre en mente es que no ama a Nik y que él no es todo lo que parece en la superficie, mientras que ella está verdaderamente enamorada de Alex, el mozo real que tampoco es todo lo que parece en la superficie.