Aglaé Lanctot, de 25 años, es lo más inseguro posible. Como resultado de haber sido "criada" por una madre irresponsable y por un padre ausente, ahora sólo puede encontrar el equilibrio en una vida metódica y un trabajo regular y bien definido. Por ejemplo, en ser el trabajador de pruebas de choque de vehículos más perfeccionista de todos los tiempos. Así que imagine su consternación cuando se entera de que su fábrica va a ser reubicada, en India. Perder ese trabajo de estructuración es simplemente inconcebible. Tanto es así que cuando a Aglaé le ofrecen ocupar el mismo puesto pero a miles de kilómetros de casa, con un recorte salarial y sin los menores beneficios sociales, ella acepta. Unos días después, Aglaé sale a la carretera en un viejo Citroën Visa, acompañada de sus dos amigas y compañeras de trabajo Liette y Marcelle que, por razones propias, han decidido seguir su ejemplo.