Con un peso de unas 300 libras. Ethel Janoski no permitirá que nadie se interponga en su glutinoso apetito. ¡Incluso si eso significa matar! Después de años en una institución mental, Ethel es acogida por su tía. Muchas personas, incluida la enfermera jefe de la institución y un detective local, creen que dejar que Ethel se vaya del hospital fue un GRAN error.