En un futuro cercano, después de que la situación de los rehenes salga mal, se ordenará el desmontaje de la última opción de las fuerzas del orden, la unidad cibernauta T-Force. Pero los robots ven esto como una "amenaza para su autoconservación" y se lanzan al ataque. Depende del teniente de policía Jack Floyd y uno de los cibernautas, que está en el lado correcto de la ley, derribarlos.