En 1944, los alemanes comenzaron a acorralar a los judíos de Rodas. El cónsul general turco, Selahattin Ulkumen, intercedió en nombre de los judíos de nacionalidad turca. Gracias a sus esfuerzos, 42 familias judías quedaron libres de la deportación a Auschwitz-Birkenau. En represalia, aviones alemanes bombardearon el edificio del consulado y la casa de Ulkumen, matando a su personal y a su esposa embarazada. Su sacrificio convirtió al cónsul Selahattin Ulkumen en el primer no cristiano en ser declarado Gentil Justo por Yad Vashem, el memorial del Holocausto de Israel.