Béla Biszku fue una figura destacada en las purgas que tuvieron lugar en toda Hungría después de la caída de la Revolución de 1956. Como ministro del interior en funciones, dirigió la sangrienta liquidación de aquellos que habían alzado sus voces contra el opresivo régimen soviético en las calles de Budapest en 1956. Tras los cambios políticos en Hungría, Béla Biszku pasó a vivir en un apartado secreto y no habló con nadie sobre su participación en estas atrocidades. Nuestros intrépidos reporteros se disfrazaron y tocaron el timbre del otrora famoso ministro.