La embarazada Jenna Davis es una trabajadora adicta al trabajo de una agencia de publicidad cercana a dar a luz que acaba de ser ascendida a vicepresidenta por su jefe. Jenna está estresada y su médico descubre que su presión es alta; por lo que le sugiere que llame a una enfermera para que la ayude. La enfermera Lynn Mallory llega a su casa y le da unas pastillas a Jenna que duerme. Cuando se despierta en el hospital, se entera de que ha dado a luz a una niña muerta que ha sido incinerada accidentalmente. Jenna llama al padre del bebé, Tom Robbins, que vive en otro pueblo, para que la apoye. Cuando la detective Dana Hoch, que está a cargo de la investigación, cree que Jenna ha matado al bebé para mantener su puesto de trabajo, Jenna y Tom deciden investigar el incidente y descubrir qué sucedió realmente con su hija.