Bonnie trabaja en una gran estación de radio; es ambiciosa y utiliza su particular pero eficaz encanto físico para ello. El propio Fernando nunca supo adaptarse a ninguna parte, al contrario. Su encanto preferiría ser el de los grandes perdedores. Se conocerán durante un juego de radio en el que ella será conductora y participará. Después de un rescate en el barro, un puñetazo, dos ataques de nervios y mucho alcohol; entre ellos está la "revelación". A pesar de todo lo que los separa, Bonnie una noche llama a la puerta de Ferdinand que intenta huir. Se arriesga a pasar por un cuarto de hora sucio. De los que a veces llevan a historias de amor.