Durante siete días y siete noches, Blaine se sumerge en 10,000 galones de agua frente al Lincoln Center de Manhattan. Daño hepático, insuficiencia renal, pérdida de sensibilidad en los dedos de las manos y los pies amenazan su intento de romper el récord mundial de 8 minutos 58 segundos de aguante bajo el agua en Drowned Alive.