Después de 20 años de matrimonio, Ana Lúcia y su esposo Fábio deciden divorciarse. Fábio, sin embargo, decide mudarse a un departamento al otro lado de la calle, frente a la ventana de su antiguo departamento, donde todavía vive Lúcia. Ambos tendrán que aprender a lidiar con la crisis laboral, los problemas con su hija y toda esta nueva situación.