Commissioner Servolle (Claude Brasseur), 40, es el as indiscutible del crimen. Él es un hombre que sabe cómo imponerse dondequiera que vaya y, mejor aún, hacerse querer: Un día, llega otra felicidad: la amistad. El elegido se llama Faguet (Jean-Louis Trintignant), un famoso arquitecto siempre feliz y lleno de humor. Pero este evento cae perfectamente bien para impulsar el ánimo de Servolle, porque durante 8 meses, ha estado pisoteando el caso del asesino de los bellos barrios: un maníaco que fríamente masacra a mujeres. Ya ha golpeado tres veces y la cuarta es terrible porque es la propia esposa de Faguet.
Servolle está ahora al inicio de la pista. Sabe que atrapará al asesino. Pero supongamos que Faguet al principio de su amistad le presentó a su amante como su esposa legítima, supongamos que alguna vez fue un francotirador, y que en la pareja Faguet, el odio había reinado durante años. Entonces comenzará una larga pesadilla para Servolle. Si conservara un poco de lucidez, podría compararlo con una desesperación de amor o, tal vez peor, de amistad.