Durante los últimos cinco años, Lin ha estado cuidando al hijo (Yo-yu) y a la anciana madre (Sra. Chou) de su novio fallecido (Li-wei). Viven juntos como una familia, y es la forma en que Lin recuerda a Li-wei: continuar en la vida que una vez tuvo y amar a las personas que una vez amó. Pero cuando la Sra. Chou fallece, su otro hijo (Li-gang) regresa del extranjero y descubre que la propiedad de la Sra. Chou pasa a Yo-yu, quien ha sido adoptado legalmente por Lin. Li-gang contacta a la policía, acusando a Lin de matar a su madre. A medida que continúa la investigación subsiguiente, se acumulan más y más pruebas contra Lin.