Alejandro regresa a su casa en Puerto Rico para ayudar a su hermana Magdalena a rehacer su vida. Solo para descubrir por un viejo conocido, el detective García, que Magdalena ha desaparecido. Conducido a un bar en el viejo San Juan, descubre que no solo Magdalena trabajaba como bailarina exótica, sino que también estaba saliendo con un surfista narcotraficante, Laz. Aquí Alejandro intenta reconstruir los eventos que llevaron a su desaparición y lucha por entender la naturaleza interconectada de todos los personajes. Al descubrir que el gerente del bar, Michael, tiene una historia oscura y un filántropo millonario, Roman, no está aquí solo para construir un orfanato. Alejandro empieza a darse cuenta de que no todo es lo que parece.