En una tranquila abadía en lo alto de una montaña, un monje solitario pasa sus días en meditación y oración. Un día, mientras pescaba en el lago cercano, un pez mágico aparece ante él y le habla.
El pez le pide al monje que lo libere, prometiéndole tres deseos a cambio. El monje, sorprendido por la situación, acepta y libera al pez. En agradecimiento, el pez cumple los deseos del monje, pero con consecuencias inesperadas.
El monje aprende una valiosa lección sobre la importancia de la gratitud y la moderación en los deseos. A medida que la historia se desarrolla, el monje se da cuenta de que la verdadera felicidad no proviene de la posesión de cosas materiales, sino de la paz interior y la armonía con el mundo que lo rodea.