Karen toma una decisión seria: para ayudar a su amado esposo Georg, decide ahogarse. Su muerte le da un millón a su esposo, que está muy endeudado. Qué desinteresada Karen no tiene idea: Georg ha especulado durante mucho tiempo con el dinero del seguro de vida y ha contratado al asesino a sueldo Bruno para alcanzar el millón. Pero en el último segundo, Karen se queda sin valor. El fabricante de prótesis decide no suicidarse. Cuando Georg y la policía se paran frente a su casa con su carta de despedida en la mano, ella no se atreve a regresar. Ella se escapa apresuradamente y cae en manos del asesino Bruno. Sin embargo, sorprendentemente, esto parece protegerlos. Los dos huyen y pasan desapercibidos. Ahora la lucha por el seguro de vida está en marcha, porque los acreedores de Georg están sentados en su nuca. Pero sin cuerpo, no hay dinero. Cuando Karen, que se creía muerta, aparece de repente en su casa, donde Georg ya se está divirtiendo con su nueva novia Mona, tiene que experimentar dolorosamente que Georg está jugando mal ...