Placek (Josef Kemr), jefe de investigación en una planta química, agradece la ayuda de su colega más joven Bernát (Alois Svehlík) en la creación de un nuevo material sintético. Sin embargo, antes de introducirlo en la producción, quiere que se instalen equipos de depuración para evitar que el campo alrededor de la ciudad, que ya sufre contaminación, vuelva a quedar devastado. Bernát acaba de completar un quemador para este propósito. La propia solución de Placek requeriría otro año de desarrollo mientras la administración presiona la producción para que comience lo antes posible. Los dos químicos anteriormente amistosos ahora están en lados opuestos.