Kanning se gana la vida como cazarrecompensas. Siempre lleva a los culpables ante la justicia y nunca se equivoca. Un día comete un error y decide dejar el negocio de las recompensas: compra el bar del pueblo donde su mujer Donnie trabaja como puta. Mientras tanto, Carver se afana en extorsionar reclamaciones de tierras para Bartell Mining Company y llega a la ciudad para registrar algunas escrituras. Kanning y Carver tienen malos sentimientos por un incidente pasado, y Carver mata a una puta para llamar la atención de Kanning. Cuando el sheriff y Kanning no hacen nada para ayudar a encontrar a Carver, Donnie y sus putas se ponen las armas, se montan y salen a buscar justicia.