Milton C. Hardcastle es un juez duro pero honesto. A lo largo de los años, ha tenido que desestimar casi 200 casos debido a tecnicismos legales en individuos que eran culpables.
Ahora que se ha retirado, planea pasar su tiempo persiguiéndolos y si rompen la ley, Hardcastle los atrapará y se asegurará de que se haga justicia.
Ahora necesita a alguien que le respalde y el hombre que ha "elegido" es Mark McCormick, un ladrón de coches a quien Hardcastle una vez envió a la cárcel y que ahora es un piloto de carreras aspirante.
McCormick fue arrestado y llevado ante Hardcastle. Normalmente, Hardcastle le dice a McCormick que además de romper la ley, violó su libertad condicional, sería enviado de vuelta a la cárcel y al ser esta su tercera condena, lo convertiría en un perdedor por tercera vez.
Sin embargo, Hardcastle le cuenta a McCormick sus planes para su jubilación y que le gustaría que McCormick fuera su socio. McCormick acepta a regañadientes, pero si lo harán o no, está por verse, ya que McCormick no cree que Hardcastle fuera justo cuando lo sentenció y piensa que Hardcastle es una verdadera molestia.