En la década de 1920, los dos hermanos Adolf y Rudolf Dassler comienzan a fabricar calzado deportivo. Adolf es un talentoso artesano y su sueño es que algún día todos los mejores deportistas del mundo usen sus zapatos. Rudolf, por otro lado, es el cerebro económico de su negocio, manejando las ventas y el marketing. Después de la Segunda Guerra Mundial, continúan produciendo zapatos pero la relación entre los dos hermanos comienza a deteriorarse. Ambos afirman que la empresa es suya, lo que genera una rivalidad cada vez mayor. Una rivalidad que aún existe hoy, representada por dos de las marcas deportivas más populares.