Hamburgo en la década de 1920. Desde la tumba, Oscar, de 12 años, cuenta la historia de su muerte. Hace apenas unos días, su sarcástico abuelo lo pilló masturbándose y le reveló que debe morir, si se vuelve a masturbar. Y el abuelo siempre tiene razón. El empujón se vuelve complicado cuando el abuelo demuestra su oscura profecía al morir él mismo. Inspirado en anécdotas de Billy Wilder.