Louis Coline asiste al jefe de publicidad de una tienda por departamentos en declive. Tiene poco que hacer, pero parece contento con su matrimonio con Nina, sus visitas a su madre y su abuela y las partidas de póquer con amigos. Cuando llega el nuevo jefe Bernard Malair para cambiar la tienda, Louis teme por su trabajo; pero Bernard, con su hombre de números Paul y su factotum François, invita a Louis a un círculo íntimo de largas horas de trabajo, clubes nocturnos y cenas con un vampiro andrógino. Nina objeta, pero Louis no puede decir que no a las demandas de Bernard, por muy personales que sean. Desesperada, Nina deja a Louis, pero eso lo lleva más a la órbita de Bernard. ¿Algo puede romper este hechizo?