Empleado en Kurla en un centro de llamadas multinacional donde se le indica que hable con acento, Nilesh Rastogi pierde el último tren local de la 1:40 a.m. con destino a Kalyan para regresar a casa en Vikhroli. Un Hawaldar le pide que salga de la plataforma y busca un lugar alternativo para pasar el rato hasta el próximo tren a las 4:10 a. M. Se encuentra con una mujer varada, Madhu, y ambos descubren que los rickshaws automáticos están en un ataque relámpago debido a la explosión de una bomba en Ghatkopar. Sus intentos de encontrar un transporte alternativo son en vano, el dúo luego asiste a un bar y aquí es donde sus vidas se pondrán patas arriba.