Jim Brandon, exjugador de los Chigago Bears, quedó paralizado durante la Guerra de Vietnam. Cuando regresa, intenta conseguir un trabajo como entrenador de fútbol, pero no lo consigue. Después de una visita a la prisión juvenil de St. Charles, piensa en convertirse en el entrenador de fútbol allí. Decide hacerlo, porque le gusta el desafío. Los muchachos, jóvenes delincuentes, no lo aceptan, pero él hace todo lo posible por ser aceptado.